Aquel día los dioses

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Aquel día los dioses

Aquel día los dioses entornaron sus ojos como si, misericordes, concediesen una tregua, un breve respiro al menos.

Él, cansado del largo viaje, mermadas sus fuerzas, con la sensación de saberse vencido aun sin darse por derrotado, abrió los suyos para mirarlos frente a frente, esta vez respetuoso, esta vez agradecido.

Aceptó el regalo y no dedicó un segundo a valorar las dificultades venideras. No aquel día; aquel día respiró profundo, aquel día respirar sin pena ni dolor era más que suficiente.

@ricardoperezh

Profesor de Lengua y Literatura en Castilla-La Mancha. Burgalés ausente. Escritor aficionado. Estudié Humanidades por vocación. Escribí en prensa con convicción. Emprendí, fallé, aprendí. Siempre quise trabajar con palabras. Me gustan las yuxtapuestas y los puntos suspensivos.

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